6 de diciembre de 2008

Psicología y mitología:

Los nexos entre la mitología griega y romana y la psicología, y su relativamente nueva tendencia, el psicoanálisis, son innegables y fascinantes. Es interesante recalcar cuales son algunos de estos nexos y como se utilizan en la actual psicología:

PSIQUE:
Utilización en psicología: alma humana.

Mitología romana: hermosa princesa amada por Cupido, dios del amor. Celosa por la belleza de Psique, Venus, diosa del amor, ordenó a su hijo, Cupido, que hiciera enamorar a Psique del hombre más feo del mundo. Afortunadamente para Psique, fue Cupido quien se enamoró de ella y la llevó a un palacio aislado donde la visitaba sólo por la noche, sin que ella lo viera ni lo reconociera. Aunque Cupido le había rogado encarecidamente que no lo mirara a la cara, una noche Psique encendió una lámpara y lo contempló mientras dormía. Por haberlo desobedecido, Cupido la abandonó, y Psique quedó desolada, vagando a través del mundo en su búsqueda. Finalmente, después de muchos intentos, se reunió con Cupido, y Júpiter, rey de los dioses, la hizo inmortal.

EDIPO:
Utilización en psicología: En el psicoanálisis freudiano, el complejo de Edipo se refiere al conflicto emocional que se da en la infancia de todo ser humano de sexo masculino cuando, por un lado, se siente una atracción sexual inconsciente por la madre y, por el otro (simultáneamente), se percibe también un sentimiento de odio (también inconsciente) hacia el padre.

Mitología griega: Edipo es el hijo del rey Layo y su mujer, Yocasta, que gobernaban en Tebas. Previo a su nacimiento, el Layo había consultado al oráculo, y el vaticinio fue que su hijo lo destronaría. Layo resolvió enviar lo más lejos posible a Edipo siendo este muy pequeño, para que muriera. Edipo termina vivo y criándose entre nobles, pero muy lejos de sus padres biológicos y desconociendo su origen. Cuando se hizo mayor, Edipo resolvió consultar el oráculo y se enteró de que su destino sería matar a su padre y casarse con su madre. Horrorizado, Edipo resolvió alejarse de quienes él consideraba que eran sus padres. En ese andar llega a Tebas, derrota a la esfinge en el famoso acertijo, en un cruce de caminos previamente y sin saberlo había matado al rey, su padre, y como venció a la esfinge llegó como héroe y tomó la mano de la reina viuda (sin saber que era viuda por su culpa) y empezó a gobernar. Lo que nos cuenta la tragedia de Sófocles comienza aquí. El pueblo de Tebas está padeciendo desgracias y el oráculo dice que las desgracias acabarán el día que salga de allí el asesino de Layo. Edipo se pone en la tarea de buscarlo y Oh! Tragedia! Es él mismo, mató a su padre, se casó con su madre y tuvo de ella cuatro hijos. Hasta ahí la tragedia de Sófocles, pero las de Edipo apenas comienzan...

ELECTRA:
Utilización en psicología: Complejo de Electra es el término propuesto por Jung para designar la contrapartida femenina del complejo de Edipo. Consiste en una fijación afectiva de la niña en la figura del padre. El complejo de Electra es un concepto psiquiátrico ambiguo que procura explicar la maduración de la hembra humana.

Mitología griega: Electra o Laódice era hija de Agamenón y Clitemnestra. Estaba ausente de Micenas cuando su padre regresó de la Guerra de Troya y fue asesinado por Egisto, el amante de Clitemnestra o por la misma Clitemnestra.
Ocho años más tarde, Electra regresó de Atenas con su hermano,
Orestes. Según Píndaro, a Orestes lo salvaron su vieja nodriza o Electra, que lo llevaron a Fanote, tras el monte Parnaso, donde lo confiaron al rey Estrofo.
Cuando cumplió veinte años, el oráculo en Delfos ordenó a Orestes que regresara a su patria y vengara la muerte de su padre. Según Esquilo, se encontró con Electra ante la tumba de Agamenón, donde ambos habían ido a rendir honras fúnebres a los muertos, se reconocieron y pusieron de acuerdo para que Orestes pudiera vengar a su padre.
Orestes, después de vengarse (en algunas versiones con ayuda de Electra), se volvió loco, y fue perseguido por las
Erinias, cuya misión era castigar cualquier trasgresión de los lazos de piedad familiar. Electra no fue acosada por las Erinias.
Orestes se refugió en el templo en Delfos. Aunque
Apolo le hubiera ordenado vengarse, fue incapaz de protegerlo de las consecuencias de sus acciones.
Al fin, Atenea lo recibió en la Acrópolis de
Atenas y arregló un juicio ante doce jueces áticos. Las Erinias reclamaron su víctima; él presentó como atenuante las órdenes de Apolo; los votos de los jueces estaban equitativamente divididos, pero Atenea dio su voto de calidad a favor de la absolución.
Más tarde Electra se casó con Pílades, amigo íntimo de Orestes e hijo del rey Estrofo, el mismo que había cuidado a Orestes mientras se escondía de su madre y de Egisto, su amante.

HARMONIA:
Utilización en psicología: Conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras.

Mitología griega: Harmonía, en la mitología griega, hija de Ares, dios de la guerra, y de Afrodita, diosa del amor, y mujer de Cadmo, fundador de Tebas. Con ocasión de la boda de Harmonía, en presencia de los dioses, Afrodita le regaló un hermoso collar hecho por Hefesto, dios de la metalurgia. El regalo la hizo afortunada, pero a su familia sólo le trajo muerte y miseria. En su vejez, Harmonía y Cadmo fueron transformados en serpientes.



NARCISO:
Utilización en psicología: Complejo de Narciso/Narcisismo: Sobreestimación de sí mismo. Fase infantil del desarrollo caracterizada por el deseo de ser amado, con preferencia al deseo de amar. El narcisista no logra superar esta fase evolutiva, queda atrapado en el yo. En la elección del objeto amoroso escogerá siempre bajo la influencia inconsciente de la imagen que se tiene formada de su propio yo, buscando en él una especie de réplica de sí mismo.

Mitología griega: Narciso era un hermoso joven, hijo del dios del río Cefiso y de la ninfa Liríope. A causa de su gran belleza, tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso, pero él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y ésta la había condenado a repetir las últimas palabras de lo que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando Narciso estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntaba “¿Hay alguien aquí?”, Eco contenta respondía: “Aquí, aquí”. Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: “¡Ven!”. Después de responder: “Ven, ven”, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar el amor de Eco; ella estaba tan apenada que se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que nada quedó de ella salvo su voz. Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se apasionara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

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